El entorno vasco de García Bacca
Roberto Aretxaga
1. Introducción.
No hace mucho aún que un reconocido
especialista en García Bacca escribía: "Si de Zubiri hemos dicho
que su vinculación a lo vasco es muy problemática, con García
Bacca la dificultad es todavía mayor. Su vinculación se reduce a
los primeros años de su vida, cuando nace en Pamplona, reside
allí hasta los ocho años, pasando luego a San Sebastián hasta
los diez años de edad".
El trabajo que presentamos demostrará que tal afirmación, si
bien sostenible cuando se realizó atendiendo a los datos
conocidos en ese momento, debe ser superada.
Antes de dar comienzo
a la exposición del tema se hace necesario explicitar un previo
que posibilite su mejor comprensión. Se trata de recordar la
distinción garciabacquiana entre "sentido" y "significado".
Sentido dice sentimientos, vivencia subjetiva del objeto;
significado, objetividad, estructura o "contextura". El
sentido remite siempre a un sujeto; el significado, al objeto.
En una de sus obras más
significativas, dice García Bacca: "El sentido, y los
sentidos, de una proposición, teoría o sistema, conjuntos más o
menos coherentes de proposiciones, proviene de la variedad de
sentimientos humanos con que se vive los significados. El
significado de una proposición, teoría o sistema, por el
contrario, proviene de la contextura de la cosa misma,
-números, figuras, leyes físicas, biológicas... El sentido es o
puede ser un plural inconexo y folklórico, tanto como lo
es el campo de los sentimientos. El significado es un
singular, -determinado y coherente. Un mismo significado, un
conjunto de ellos, puede tomar a lo largo de los tiempos muchos
sentidos. El significado mantiene su unidad a lo largo de la
historia de la humanidad y de la biografía de un individuo".
Al aplicar esta
distinción a nuestro tema aparecen las dos dimensiones que
vertebran su entramado argumentativo. Por un lado, la dimensión
sentimental: la que nos acerca al sentido o presencia de
lo vasco en García Bacca en tanto que sido-y-vivido por él
(biografía íntima); por otro, la del significado o
presencia de lo vasco en García Bacca en tanto que datos
biográficos objetivos (biografía exterior).
En lo que sigue
realizaremos una aproximación al entorno vasco de García Bacca
con la intención de contribuir a estimular el interés por el
filósofo navarro en el entorno sociocultural en el que nos
hallamos conmemorando la efeméride de su nacimiento, así como al
mejor conocimiento general del mismo.
2- El "sentido" de lo vasco en García Bacca
2.1. Lugares de
nacimiento e infancia.
Juan David García Bacca, el mayor
de los cuatro hijos que Juan Isidro, natural de Belmonte de
Calatayud, tuvo en segundas nupcias con la zamorana Martina
Bacca Benabides, nació en Pamplona el 26 de junio de 1901 debido
al traslado profesional de su padre, maestro nacional, a la
capital navarra desde tierras aragonesas, de ahí que afirme:
"soy navarro, vasco, por nacido en Pamplona".
Posteriormente, Juan
David iría a vivir a San Sebastián con motivo de un nuevo
traslado profesional de su padre. Poco tiempo después, como
consecuencia de la delicada salud de Juan Isidro, toda la
familia volvió a Aragón, a la localidad de Borja.
2.2. Vivencias y
recuerdos
Las vivencias
infantiles de Juan David en tierras navarras y guipuzcoanas
dejaron un poso sentimental indeleble en nuestro hombre, como se
deduce de ciertas afirmaciones del autor.
Así, por ejemplo, en relación con
sus recuerdos y vivencias navarros, Carlos Beorlegui dice: "La
residencia familiar donde nació Juan David estaba situada en la
calle Pozoblanco, cercana a la céntrica y emblemática Plaza del
Castillo. Pero muy pronto después de nacer, la familia trasladó
su residencia a la popular calle de La Estafeta, muy cercana a
la anterior residencia, y famosa por ser una de las tres calles
por las que transcurren los conocidos "encierros" de toros de
las fiestas de San Fermín. Por confesión personal de García
Bacca, sabemos que su padre era muy aficionado a los toros, y
gustaba de contemplar con sus hijos los "encierros" de los
"Sanfermines", desde el balcón de su casa, ataviados con el
clásico atuendo festivo de la capital pamplonica: camisa y
pantalón blancos, con faja y pañuelo al cuello rojos".
En relación con San Sebastián, al
narrar su regreso a España tras finalizar los estudios
realizados en varias universidades europeas, dice Juan David:
"Vuelvo a mi itinerario, dentro aún de mi estado religioso.
1936, mes de julio. De Friburgo me dirigía a Santander, como era
mi obligación. Pensaba, desde Santander, hacer una visita formal
a la Universidad de Santiago de Compostela, de la que era
profesor titular. Y debía serlo real, a partir del mes de
octubre. Entré en España por San Sebastián. Volvía allí después
de unos treinta años. Me hospedé en el Hotel María Cristina. Me
revivió la gana infantil por la sidra. Pedí para la comida una
botella. Y bebí la mitad; más, por mi inexperiencia, se me subió
a la cabeza -ligera borrachera. Otra inexperiencia. Se me pasó
pronto. Pero, ¡qué bien me supo ella y los recuerdos!".
2.3. El linaje.
En la obra Sobre Virtudes y
Vicios, García Bacca, a sus noventa años, se presenta así:
"Apellidos: "García" es vasco; "Bacca" es romano, latino;
"Barrancos" es griego".
Y en otro lugar: "(...) me sentí personalmente aludido en mi
calidad de griego. El segundo apellido de padre era Barrancos,
que es la misma palabra que el phárangos griego. El primer
apellido era García, vasco".
Un sencillo ejercicio
deductivo permite concluir que si García Bacca fundamenta su
"calidad de griego" en el segundo apellido paterno, el primero
habrá de fundamentar necesariamente su "calidad de" vasco;
conclusión reforzada, además, por el inciso sobre su apellido
vasco al tratar del griego.
Así, pues, el propio García Bacca
nos ofrece una tercera relación sentimental con el entorno
vasco: la relativa a su condición o "calidad de" vasco, que
fundamenta en el linaje de los Garzia o Gartzia:
"llama de incendio", en lengua
vasca
(euskera).
2.4. Las amistades
Al estallar la Guerra Civil
española de 1936, García Bacca se hallaba en Santander, en los
cursos de verano de la Magdalena. Por aquel entonces, nuestro
hombre, sacerdote, catedrático por oposición y profesor en la
Universidad Autónoma de Barcelona, según confesión propia
"estaba de corazón y mente de parte de la República, ya desde
hacía años".
En consecuencia, y ante la situación creada, García Bacca
decidió volver a su comunidad religiosa en Cataluña y ponerse al
servicio de las autoridades republicanas, pero dando un rodeo
para no cruzar por territorio enemigo. El mismo protagonista
narra así este episodio de su vida: "Yo quería volver a
Barcelona, a mi universidad y, aunque peligrosísimo, a mi
comunidad. Tal me lo dijo el Gobernador, al revisar mi pasaporte
en que constaba mi condición de catedrático. Para llegar a
Barcelona no quedaba más camino que por Francia. Navarra estaba
de parte del Movimiento, Mola mandaba en Navarra. Las líneas de
guerra por Aragón... estaban vagamente delineadas. Me dirigí a
Bilbao donde tenía grandes amigos vascos. Yo navarro, de
Pamplona, nacido en un departamento de la Plaza del Castillo.
Entre otros detalles recuerdo, perdón, haber comido unas angulas
tan exquisitas que aún hoy el recuerdo verbal me sabe a ellas".
Del comentario
anterior puede deducirse que hasta su salida de España, y a
pesar de haber abandonado de niño el País Vasco, García Bacca
cultivó importantes relaciones de amistad con otros vascos,
algunas en Bilbao, que como veremos en breve le serían de ayuda
inestimable en momentos de especial dificultad. Aparece así una
cuarta relación sentimental: las amistades.
2.5. Identidad
La autoidentificación
de García Bacca como vasco no es más que la consecuencia natural
de los aspectos previamente expuestos.
Así, por ejemplo, tras regresar a
España, en 1977, después de cuarenta años de exilio, durante su
encuentro con Bergamín cuenta García Bacca que su amigo le
preguntó: "Juan David: ¿tú qué eres? De repente dices que eres
navarro, aragonés, castellano, catalán". "Pepe -respondió García
Bacca-, soy navarro, vasco, por nacido en Pamplona; aragonés por
mi padre, zaragozano; castellano por mi madre, de Zamora;
catalán porque, desde los 17 a los 37 años, hice toda mi carrera
-primaria, secundaria, licenciatura, doctorado y profesorado- en
Cataluña, en Barcelona sobre todo. Y hablo el catalán , y aun lo
escribo, como mi segunda lengua".
Ese mismo año, en una
entrevista publicada el 22 de noviembre por el diario madrileño
El País, García Bacca insiste: "Soy vasco-navarro, nacido
en Pamplona, de padres aragoneses y de formación cultural
catalana".
En otra ocasión, cuando refiere su
encuentro con el Cardenal Presidente de la Congregación en Roma,
dice: "Era un claretiano. Era el Emmo. Arcadio Larraona. Vasco
como yo".
Recapitulemos. De lo
dicho hasta el momento resultan claras varias cuestiones: la
existencia de una vinculación afectivo-sentimental de García
Bacca con los lugares de nacimiento y vida infantil; la fuerza
de dicha vinculación a pesar del temprano y breve período de su
vida transcurrido en esos lugares (los diez primeros años de
infancia); las reiteradas alusiones de Juan David al origen
vasco de su primer apellido; la existencia de profundas
relaciones de amistad con otros vascos. Como consecuencia de
todo ello, y de forma concluyente, García Bacca se presenta a sí
mismo como vasco, aunque no de manera exclusiva ni excluyente.
Por tanto, filiación o
"calidad de", lugares de nacimiento y vivencias infantiles,
recuerdos y amistades conforman ya una primera, básica y sólida
relación de García Bacca con el entorno vasco: la sentimental.
Una relación de la que nuestro hombre deja constancia expresa,
pública y reiterada, tal y como tendremos ocasión de comprobar
nuevamente, y fundamento de las que seguidamente pasamos a
exponer.
3. El "significado" de lo vasco en García Bacca.
Una vez mostradas las
vinculaciones o vivencias sentimentales de García Bacca en
relación con lo vasco (sentido), nos ocuparemos del aspecto
objetivo de la cuestión (significado).
3.1. Identificación de
García Bacca como vasco por parte de terceros.
En una entrevista publicada el 15
de junio de 1980 en el diario caraqueño El Nacional, el
entrevistador dice de nuestro hombre: "Es vasco, lleva 32 años
en Venezuela". Así, pues, a pesar de estar nacionalizado
venezolano desde el 29 de noviembre de 1952 (cédula de identidad
nº 956577),
en Venezuela se le presenta como vasco.
En breve tendremos
ocasión de ilustrar nuevamente este aspecto, al comprobar cómo
durante un encuentro mantenido por García Bacca con un destacado
dirigente del nacionalismo vasco al que le unían lazos de
amistad, el filósofo navarro recibió una significativa propuesta
por parte de aquel, quien para hacerla apeló a su condición de
vasco. Corrían los tiempos de la Guerra Civil del 36.
3.2. García Bacca, un
refugiado vasco para una Universidad Vasca.
Decidido a regresar a Cataluña al
estallar la Guerra Civil, García Bacca embarcó en el puerto de
Bilbao con destino a Hendaya, a donde arribó el 16 de agosto de
1936: "Me enteraron [las amistades de Bilbao] de que al día
siguiente salía para Francia un barco en que volvían a Alemania
unos camiones Diesel. Los demás pasajeros se colocaron en las
cabinas; yo me aposenté en uno de los camiones. Merced a los
muelles potentes, en los movimientos violentos que sufría el
barco, por el mar movido del Golfo de Vizcaya, oscilaba rítmica
y suavemente mi camión. Pude dormir tranquilamente, sin mareo,
acunado. Los demás se marearon".
Desde Hendaya, García
Bacca se dirigió a Barcelona por Puigcerdá. Durante su estancia
en la Ciudad Condal nuestro hombre tendría ocasión de tomar
conciencia del riesgo que para su vida suponía su condición de
sacerdote en territorio republicano catalán. La delicada
situación en que se vio envuelto como consecuencia de sus
convicciones republicanas y su estado sacerdotal se resolvió con
la decisión de abandonar España. Para conseguirlo, Juan David no
dudó en hacer valer su doble condición de vasco y refugiado ante
las autoridades e instituciones del Gobierno Vasco en Cataluña,
tal como vamos a mostrar seguidamente.
El 5 de noviembre de
1936, el Gobierno Vasco abrió una delegación en Barcelona que
denominó "Delegación General de Euzkadi en Catalunya". Tuvo su
sede primeramente en un piso cedido por la Generalitat en la
calle Valencia, pero ante la falta de espacio fue trasladada a
una mansión señorial sita en el nº 60 del Paseo de Pi Margall.
Su primer responsable fue Manuel de Irujo, natural de Estella y,
por tanto, navarro, como García Bacca.
Manuel de Irujo, ilustre miembro
del Partido Nacionalista Vasco, ostentaba en aquel momento el
cargo de Ministro sin cartera de la 2ª República Española; cargo
del que tomó posesión el 26 de septiembre de 1936. A mediados de
octubre Manuel de Irujo llegó a Barcelona acompañando, junto con
otros ministros, al entonces presidente de la República Manuel
Azaña. Una vez en la ciudad, Irujo se instaló en el hotel
Majèstic. Enterados los gestores del Secretariado Vasco de la
presencia de Irujo en Barcelona, contactaron con él para
proponerle la creación de la mencionada Delegación, cuyo
objetivo principal era, según consta en su estatuto de
constitución, "proporcionar al Gobierno Vasco una representación
adecuada que desarrolle su política, asista a los vascos
residentes en Cataluña, proteja sus intereses y sirva de nexo de
unión y acercamiento entre Cataluña y Euzkadi".
Acerca de la actividad de Irujo en
la Delegación y del significado de ésta leemos: "Manuel de Irujo
concebía la Delegación de Barcelona como una especie de embajada
o consulado, (...). De acuerdo con esta concepción, se empezó a
trabajar con gran intensidad en todas sus instituciones y
actividades, haciendo que la Delegación vasca fuera cada día más
respetada en Cataluña. Irujo "ayudaba, hacía visitas, presentaba
todo, hablaba con todas las entidades, todos los individuos,
toda la gente que pudiera sernos de alguna manera útil. Allí se
recibieron visitas, se devolvieron visitas, el Cónsul de México,
el Cónsul de la URSS, el Cónsul de Argentina, el de
Inglaterra... (...). Mientras permaneció en Barcelona, Irujo
estableció su domicilio particular en la finca que arrendó en
las afueras de la ciudad a Ramón Plá Armengol y Nuria Plá
Montseny; la casa-torre nº 114 de la Avda. de Montserrat estaba
abierta también a todas las personas afectas a las instituciones
vascas. En los primeros meses de vida de la Delegación, Irujo
residió la mayor parte del tiempo en Barcelona y atendía
personalmente a los vascos que se acercaban en busca de ayuda;
los recibía y atendía con su proverbial dinamismo y amabilidad".
Pues bien, expuesto lo
anterior, veamos ya su conexión con la figura del filósofo
navarro, sacerdote claretiano por aquel entonces y republicano
convencido, según confesión propia.
Dice García Bacca: "Leyendo el
diario vi que había en Barcelona una delegación vasca para
coordinar planes y decisiones. La presidía don Manuel de Irujo;
gran amigo mío. Fui a visitarlo. Se sorprendió y encantó de
verme. Me dijo: Juan David, vienes a tiempo; estábamos tratando
de fundar en Bilbao una Universidad Vasca. Desconcertados: ¿con
qué personal vasco, sobre todo, y con títulos? Tú vienes cual
llovido del cielo. Yo arreglaré con las autoridades de la
República y de Cataluña el que viajes a París. A nuestra
delegación. Allí te dirán cuándo has de partir a Bilbao. Te
encargarías de la Facultad de Filosofía y Letras. En efecto, al
cabo de unos días, salía por avión (de la TECOERE). Al
aeropuerto me acompañaron amigos de CNT, de los del teatro".
El episodio anterior
permite extraer interesantes conclusiones. Primera, la
naturalidad con la que García Bacca acude, como vasco y
refugiado, ante las autoridades vascas en Cataluña (Delegación)
en demanda de un servicio creado por el Gobierno Vasco al
efecto: la ayuda a vascos refugiados. Segunda, ilustra lo
afirmado anteriormente sobre las relaciones personales de
amistad con otros vascos y sus consecuencias prácticas. Tercera,
pone de manifiesto el reconocimiento intelectual y personal del
que gozaba, ya entonces, García Bacca. El hecho de que Manuel de
Irujo, nacionalista vasco y ministro de la 2ª República
Española, ofreciera a García Bacca, sacerdote vasco republicano
y catedrático universitario de filosofía, hacerse cargo de la
Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad Vasca en Bilbao
confirma esta apreciación a la vez que posee matices históricos
de relevancia para nuestro tema, que debemos apuntar aquí.
Como hemos visto, una
de las actividades de Irujo consistía en hablar con cualquier
persona o entidad que pudiera ser de ayuda para los planes y
objetivos del Gobierno Vasco. El relato autobiográfico de García
Bacca confirma este extremo y nos informa sobre la que podía
haber sido su participación en la creación por parte del
Gobierno Vasco de una Universidad en Bilbao. Hasta donde
sabemos, la única Facultad de dicha institución universitaria
que llegó a constituirse fue la de Medicina, que se ubicó en el
Santo Hospital Civil de Bilbao, conocido en la actualidad como
Hospital de Basurto. En cuanto a la propuesta recibida por
García Bacca de encargarse de la Facultad de Filosofía y Letras
de la citada Universidad, la cosa no pasó de ahí pues, debido al
desarrollo de los acontecimientos, ni tal Facultad llegó a
crearse ni el filósofo navarro regresó a Bilbao, sino que, una
vez en París, fue enviado a Roma por su Orden.
Pero como no hay mal que por bien
no venga, nuestro infortunio fue bien que otros supieron
aprovechar. Lo que García Bacca no pudo llevar a cabo aquí
debido a las circunstancias sí tuvo ocasión de hacerlo, en
cambio, en América: nuestro filósofo fue unos de los
colaboradores en la fundación de la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad Central de Venezuela. Corría el año
1946. En dicha Facultad tendría ocasión, también, de ejercitar
sus dotes de gestor, al ser elegido Decano en 1956. En 1959
fundó, además, el Instituto de Filosofía, del que sería Director
hasta su jubilación, en 1971.
Nos hallamos, pues, ante una
oportunidad histórica perdida, y no sólo por el empobrecimiento
que para la Filosofía en el País Vasco en particular, y en
España en general, supuso la ausencia de García Bacca de la
docencia y gestión universitarias sino, también, porque la
creación de una Facultad de Filosofía dentro de un marco
universitario vasco pudo haber sido una contribución decisiva a
la hora de poner fin a la azarosa situación histórica que ha
caracterizado secularmente a la Filosofía en nuestra tierra,
cabiéndole a García Bacca el honor de ser uno de los principales
responsables de dicho final.
Del empobrecimiento que para la
Filosofía y para nuestro país supuso la mencionada ausencia de
García Bacca de la docencia y gestión universitarias podemos
tomar conciencia a través del siguiente hecho. Según confesión
del propio García Bacca, su intención al exiliarse era la de
volver a España, pues confiaba en la victoria de la República.
Sin embargo, el reconocimiento de la España franquista por parte
de la ONU le hizo perder toda esperanza: "Por tal factum
infausto -dice nuestro hombre- los republicanos quedábamos sin
pasaporte. No íbamos, no iba, a solicitar un pasaporte español,
de Franco. Quedaba atascado donde estaba. Por suerte, en
Venezuela desde 1947. Sin posibilidad de salir. El recurso más
natural era el de naturalizarse venezolano. (...).
Naturalizarse, aparte de estado jurídico, es, como acabo de
decir, "entregarse íntegramente"...". Naturalizado yo, intenté,
me esforcé en, la formación filosófica de estudiantes que con
los años llegarían a ser profesores, investigadores, rectores,
ministros y autores de obras estimables en filosofía actual".
3.3. Informes
oficiales franquistas sobre las actividades de un sacerdote
vasco republicano en París.
Pero regresemos a Roma. Una vez
allí Juan David, el Superior General de la Orden le envió al
Cardenal Presidente, circunstancia cuya narración García Bacca
aprovecha para poner de relieve la condición de vasco de esa
persona y, en consecuencia, una vez más, la propia: "Coincidía
el que el cardenal que presidía la congregación
pertenecía a nuestra congregación. Era un claretiano. Era el
Emmo. Arcadio Larraona. Vasco como yo. Pero con una diferencia,
entre otras, decisiva. Era tenido como santo por su vida y
costumbres".
En 1937 nuestro hombre fue enviado
por sus superiores a París donde, entre otras actividades, Juan
David desarrolló labores propagandísticas en favor de la
República.
Respecto de las
actividades de García Bacca en París, hemos podido acceder a
cierta documentación oficial inédita que, entre otras cosas, le
relaciona con la memoria de un trágico suceso tristemente
célebre en la historia del País Vasco: el bombardeo y
destrucción de Gernika durante la última guerra civil.
Esta documentación,
conservada y custodiada actualmente en el Archivo del
Nacionalismo que la Fundación Sabino Arana gestiona en la
localidad vizcaína de Artea, consiste en una serie de informes
oficiales procedentes de Francia que ponen de manifiesto el
seguimiento del que fue objeto el filósofo navarro por parte de
las autoridades franquistas.
En la carpeta de legajos
clasificada con la signatura CR-21-7, entre cuyos documentos
figuran varios con el sello de "confidentielle", se conservan
cinco hojas fechadas entre 1938 y 1939 que guardan constancia de
las idas y venidas políticas y religiosas parisinas de García
Bacca.
A continuación resumimos y
ordenamos las informaciones más relevantes suministradas por
estos documentos, cuya copia se incluirá como anexo a la
conferencia en la publicación de las Actas del Congreso.
El primer documento es
una nota anónima manuscrita en francés, cuyas tachaduras denotan
urgencia. La nota, fechada el 20 de diciembre de 1938, lleva por
toda presentación un lacónico y subrayado "David García BACA"
(sic.). La traducción al español del contenido íntegro de dicha
nota es como sigue:
"Hermano de la Orden del
"Corazón de María" pertenece a la misión española -51- calle
de la Pompe. Profesor de Filosofía en la Universidad de
Santiago de Compostela. -se entrevista con el Cardenal
Verdier y altas jerarquías eclesiásticas francesas a fin de
obtener la tregua de Navidad- Ha declarado obrar en nombre
de un importante sector del clero español- Se piensa que ha
actuado según las instrucciones de la embajada española con
la cual está relacionado. Se encuentra en la base de una
violenta polémica suscitada por la "Voz de Madrid" contra el
Obispo de Calahorra, Monseñor García Martínez, en relación a
supuestas declaraciones que éste último habría hecho en uno
de sus viajes a París".
Este documento pone de
manifiesto dos hechos: la participación de García Bacca en las
gestiones a favor de la tregua navideña de 1938 y la alusión a
una fuerte polémica con el Obispo de Calahorra.
Pues bien, en relación con la
aludida polémica con el Obispo de Calahorra, una casualidad
quiso que halláramos en otro lugar la clave para su comprensión.
En 1999 apareció una colección de imágenes de la Guerra Civil
española con el título ¡Nunca más! Imágenes de guerra
1936-1939. Acompañan a estas imágenes fragmentos de
declaraciones de personas de la época. En uno de ellos puede
leerse: "Recuerdo aún exactamente algunos detalles que
precisan el sentido y alcance de las auténticas declaraciones
del señor obispo [Monseñor Fidel Martínez, Obispo de
Calahorra]. Por ejemplo, cuando contaba, paseándose por el
claustro de la Misión, que Guernica fue destruida por la
aviación franquista, añadía, sonriéndose maliciosamente:
-Naturalmente, cuando hablamos en público decimos que fueron los
rojos. Pero quienes estamos al corriente de cuanto sucedió, nos
miramos y nos comprendemos...".
Bajo la cita
transcrita reza: "R. P. Juan David García Bacca".
Estas palabras de
García Bacca poseen un evidente valor testimonial acerca de la
autoría de la destrucción de Gernika durante la Guerra Civil;
una autoría que fue vox populi en Euskadi desde el
principio, oficialmente negada y ocultada, en cambio, por el
franquismo y que, finalmente, la labor de los historiadores ha
conseguido demostrar fehacientemente.
En cuanto a las otras
cuatro hojas mencionadas, se trata de tres informes relativos a
las actividades y gestiones de García Bacca ante el Cardenal
francés Verdier para conseguir la citada tregua navideña.
El primero de estos
informes, fechado el 22 de diciembre de 1938, escrito en hoja
con membrete y sello de la Misión Española en París, va dirigido
al entonces Embajador Español en París José Quiñones de León.
Tras los preceptivos saludos y fórmulas de adhesión al régimen
de Franco, el autor, el capellán de la Misión, pone al corriente
al Embajador de la situación jurídica de García Bacca.
El documento nos
permite saber: que el 21 de diciembre de 1938 el Embajador y el
Superior de la Misión mantuvieron una entrevista "sobre la
conducta inconcebible de dicho Sr. David Garcia, al arogarse
(sic.) una personalidad de la que carece ante el Arzobispado de
París"; que la sentencia de dimisión de la Congregación le fue
dada a García Bacca el 12 de noviembre de 1938, y ratificada por
la Santa Sede el día 30; que desde el 26 de octubre García Bacca
vivió separado de hecho de la Congregación sin que supieran ya
más de él; que el día 10 de diciembre le fue comunicada a la
Diócesis de París la no pertenencia de García Bacca a la
Comunidad de la Misión ni a la Congregación, hecho que vuelve a
notificársele el día 22.
El siguiente documento
está fechado en París el 27 de diciembre de 1938. Se trata del
informe enviado por el Embajador Español al Ministro de Asuntos
Exteriores Conde de Jordana, en Burgos. En ella le hace saber
que García Bacca tuvo "un papel muy activo" en la propuesta de
tregua navideña, iniciativa que partió "según se dice de la
Embajada roja en París".
En el último de estos
documentos figura el agradecimiento del Ministro al Embajador
por la información recibida sobre las actividades de García
Bacca, a la vez que le insta a seguir investigándole. La hoja
lleva membrete del Ministerio de Asuntos Exteriores y está
fechada en Burgos, el 13 de enero de 1939.
3.4. Mundo popular
vasco y filosofía garciabacquiana. Una aproximación
hermenéutica.
La posibilidad de
hallar en la obra de García Bacca alguna conexión entre su
pensamiento filosófico y un entorno cosmovisional vasco exige la
explicitación de unos previos que posibilite, a la vez, la
aproximación paulatina al tema.
En primer lugar, adviértase lo que
afirma García Bacca cuando, en una de sus últimas obras, dice:
"La disyunción "vivible-invivible" es independiente de la
clásica "verdadero-falso". Y la primera es tan extensa, y más
potente, que la segunda. Así que "vivible-invivible" ni refuta
ni confirma su "verdad o falsedad". Que una concepción del
universo (para emplear esta frase) se decida por preferir el
criterio de "verdad o falsedad" sobre el de "vivible o invivible",
es asunto de una decisión a denominar "metafísica" (u
ontológica), anterior a toda otra posición. Otra concepción del
universo podrá, y se caracterizará por haberse decidido (o
hallarse con que se ha decidido) por preferir "vivible-invivible"
a "verdadero-falso". Y lo mismo respecto de Ciencia, de
Racionalismo".
Este texto remite a
ideas y cuestiones que aparecen en la obra de García Bacca desde
su abandono del neotomismo en los años treinta, y que a partir
de entonces constituyen una de las claves de su pensamiento: la
función ontológica que los sentimientos y sentimentalidades
desempeñan respecto de la discursividad racional; cuestión
aludida al comienzo de nuestra exposición al advertir la
diferencia observada por el filósofo navarro entre "sentido" y
"significado".
Pues bien, desde este
fondo de inteligibilidad apuntado, la alusión expresa y
reiterada de García Bacca a su condición de vasco no debería
tomarse en un sentido meramente descriptivo ni folclórico. Por
el contrario, tendría que hacernos sospechar, más bien, que
dicho trasfondo sentimental estaría actuando real, vitalmente,
en su tantum, en la configuración del pensamiento
intelectual garciabacquiano.
Ortega y Gasset, uno de los autores
clave para llegar a los entresijos del pensamiento de García
Bacca, expone bien esta cuestión cuando al distinguir entre
ideas y creencias dice: "Cuando se quiere entender a
un hombre, la vida de un hombre, procuramos ante todo averiguar
cuáles son sus ideas", pero es un "enorme error (...) querer
aclarar la vida de un hombre o de una época por su ideario; esto
es, por sus pensamientos especiales, en lugar de penetrar más
hondo hasta el estrato de sus creencias más o menos inexpresas,
de las cosas con que contaba (...). Hacer esto, fijar el
inventario de las cosas con que se cuenta, sería, de verdad,
construir la historia, esclarecer la vida desde su subsuelo".
Teniendo presente lo anterior,
atendamos ahora a los comentarios que el propio García Bacca
hace respecto de sus sentimientos al escuchar la Séptima
Sinfonía de Beethoven, un caso particular que, sin embargo,
resulta clave al permitir comprobar que para el filósofo navarro
la conexión entre sentimientos e intelecto resulta "verdad
vital", es decir, vivencia real experimentada-y-experimentable
por él que desborda el marco de lo teórico-racional y, por lo
tanto, pertenece a otro ámbito "diverso" del regido por el tipo
de oposición verdadero-falso: "La primera parte de ella la
escuchaba yo como uno de tantos oyentes. Pero al llegar a oír la
segunda, me sentí personalmente aludido en mi calidad de
griego. El segundo apellido de padre era Barrancos, que es la
misma palabra que el phárangos griego. El primer apellido era
García, vasco. La música de Beethoven procedía no al paso del
hexámetro, sino del octómetro. Siempre, en ambos casos, dáctilo
y espondeo. Escúchela el lector, que es oportuno caso, e
instructivo, del sonar de hexámetro y octómetro. Siempre griego
clásico. Yo me sentí griego clásico. Hasta entonces -y a
pesar de lo mucho que vanidosamente y científicamente creía
saber griego- era sólo entenderlo como uno de tantos helenistas
-menos que muchos de ellos- que lo oían; mas no personalmente:
no lo sentía. Supe experimentalmente, durante y por virtud de
tal melodía, lo que era sentirme griego. Yo como persona.
Tal tema me afectaba a mí. Lo era, lo estaba siendo. Lo
demás de la Séptima me sonaba como dirigido a uno de
tantos".
Otro caso similar lo hallamos a
propósito de su traducción de las Obras Completas de Platón: "El
año 1970 quedé jubilado. Toda jubilación es, en cierta manera y
grado, ocasión propicia, y aun deber, de hacer examen de
conciencia y balance de ¿a quién debo más? Y pagar en su cuantía
y mérito. Sin duda alguna, a quien debo más es a Platón. Manera
de pagarle: traducir sus Obras Completas. No es lugar ni
tiempo declarar el tipo de traducción adoptada. El deber
abarcaba traducir todas: desde las auténticas hasta las dudosas
y espúreas. Así lo hice. Traduje todas: Banquete, Fedro,
República, con gana grande y constante; las demás a desgana,
pero a conciencia y paciencia. Leyes, Timeo, Sofista,
Parménides, Político... son el deber. Y lo cumplí. Mi gana
helénica, griega, quedó satisfecha".
Aunque no tan explícitos como en el
caso de la griega, en la obra escrita de García Bacca también es
factible hallar textos interpretables en referencia a la
conexión entre una posible "gana" vasca y su pensamiento
intelectual. Así, en cierto escrito dice: "¿Cuales son las
rebajas que introduce Heidegger en las cuentas del gran capitán
Husserl, y, a través de él, en toda la filosofía anterior?
Cuando le preguntan a un vasco: ¿qué haces ahí? responde:
estoy. El ser del agua, entendiendo por
ser su composición química, puede encontrarse en diversos
estados: sólido, líquido, gaseoso o vapor; estados que no
alteran su ser sus leyes básicas. Toda la filosofía clásica -y
en clásica se comprende hasta Heidegger exclusive, Husserl,
Kant, Descartes, medievales, griegos inclusive- supusieron que
se identificaban ser y estar. Y hasta sus mismas
lenguas se prestaban a tamaña confusión, y algunas todavía
continúan prestándose a ella, y ciertas filosofías cultivan
amorosamente el mismo defecto".
Pues bien, adviértase
que a la respuesta técnica precede, a modo de presentación, una
expresión de carácter popular. No es éste un hecho casual, sino
frecuente en el estilo de filosofar de García Bacca fundamentado
en su consideración de que el pensar, así como su
correspondiente formulación lingüística, acontecen ya dentro del
marco establecido previamente por la gama de sentimientos y
sentimentalidades surgidos de la forma de estarse viviendo la
vida humana en una época y lugar determinados. Este fondo o
substrato sentimental es independiente y previo a las funciones
intelectuales que sobre él se erigen y decide sobre aquello que
puede o no ser pensado, así como el modo de serlo y los
correspondientes criterios de verdad, validez o certeza. Desde
esta perspectiva, filosofar sólo es posible
circunstanciadamente; filosofar es siempre filosofar encarnado o
enraizado (con "sentido"), nunca universalismo abstracto. Por lo
mismo, diferenciará García Bacca entre "verdad vital" y "verdad
científica".
Desde esta
perspectiva, el lenguaje popular se encontraría para García
Bacca más próximo a la experiencia vital original (sentido) que
el lenguaje intelectual del que se sirve la vida en funciones
intelectuales ("re-flexión"), es decir, las realizadas desde un
mayor distanciamiento ("formalización" como operación de
aproximación al "significado") respecto de lo que ella misma, la
vida, es y siente primera y primariamente.
Todo lo anterior
remite al tema-problema de las concepciones del mundo, bien como
cosmovisiones (weltanschauung), mentalidades populares o
inconscientes colectivos, que se reflejan en sus
correspondientes constructos culturales, como el lingüístico o
el narrativo. Y también es cierto que este tipo de perspectivas
pueden hacerse derivar fácilmente hacia la cuestión de las
filosofías nacionales. Pero no es este nuestro propósito, sino
únicamente el de indicar una posible línea de investigación de
corte hermenéutico-simbólico sobre el filosofar de García Bacca.
Lo que planteamos, siempre
respetando la perspectiva del propio autor, es que el empleo de
dicha expresión popular para introducir una cuestión ontológica
de tanta relevancia en su filosofía estaría poniendo de
manifiesto su valoración de la misma como expresión a través de
la cual transparenta una concepción del mundo, en este caso la
vasca, en la que el "estar" prima frente al "ser". Con ello,
García Bacca estaría haciendo de esta fórmula salutativa
paradigma ontológico de sabiduría popular o, más exacta y
garciabacquianamente expresado, de "prefiguración" sida (sentida
y vivida), no reflexionada aún, de la verdad ontológica que la
física cuántica, primero, y la filosofía existencialista
heideggeriana, después, han descubierto y expresado cada una a
su modo: que lo real en cualquiera de sus formas y niveles
entitativos no consiste en "ser" sino en "estar", resultando el
ser únicamente un "nudo", "haz" o "sistema", esto es,
"actividades relacionadas" en estado pasajero (estar o estar
siendo).
La distinción entre
"ser" y "estar" es una de las claves ontológicas y metafísicas
de la filosofía garciabacquiana que nuestro autor trabaja
ampliamente en sus obras con irreprimido gusto y gana vitales;
gana y gusto cuyo origen difícilmente podría hallarse en su ser
y sentirse griego clásico pero sí, en cambio, en el vasco según
lo indicado.
Si apretamos un poco más la
interpretación hermenéutica, encontramos que la preferencia de
García Bacca por el "estar" frente al "ser" encuentra expresión
simbólica en el pensamiento mitológico vasco en la figura de
Mari, divinidad suprema del panteón vasco cuyo poder se revela
en parte en su capacidad para transformarse en los seres más
diversos (cambios de estado). Aunque rasgo común del pensamiento
mítico-mágico, es este un elemento muy marcado en el caso de la
mentalidad popular vasca coincidente, además, con la
circunstancia de que tal divinidad suprema posee forma femenina.
Mari, quien se aparece a los seres humanos normalmente en forma
de hermosa mujer que, espejo en mano, peina sus largos y dorados
cabellos, simboliza la naturaleza, sus fuerzas y poderes (Barandiarán,
Ortiz-Osés); es la diosa madre (mater-materia) naturaleza.
Por tanto, según esta interpretación, en el pensamiento
mitológico vasco la naturaleza-materia presentaría, al menos,
dos propiedades básicas: la de supremo poder (divinidad de Mari)
y la transformabilidad (capacidad de Mari para cambiar de
estado).
Pues bien, ambos
caracteres, omnipotencia y transformabilidad, son trabajados y
destacados intelectualmente por García Bacca en sus obras,
también con evidente deleite vital-sentimental, como propiedades
de la sustancia básica del universo (materia-energía) tal como
la descubre y entiende la física actual, siendo éste otro de los
pilares de su pensamiento filosófico.
Quede aquí esta
indicación-sugerencia de corte hermenéutico como posible línea
de investigación sobre el pensamiento de García Bacca.
3.5. El entorno
tecnológico vasco
A pesar de todo lo
expuesto, entendemos que la relación más importante de García
Bacca con el entorno vasco está por venir, y es de tipo
intelectual. Su establecimiento significaría la superación de la
relación institucional-intelectual truncada por el exilio,
evitando así que se convierta en definitiva. Deseamos, y es
también el espíritu de este homenaje con el que la Universidad
de Deusto de Bilbao ha querido conmemorar el centenario del
nacimiento del filósofo navarro, que esa relación rota no acabe
por serlo indefinida, sino que se restablezca transformándose
así en una relación simplemente diferida y, por ello mismo,
indefectiblemente actualizada.
Desde esta
consideración, la relación más sugerente, inmediata y evidente
que en la actualidad cabe establecer a fin de recuperar la
figura y el pensamiento de García Bacca para fecundar con él el
panorama intelectual y cultural de nuestro entorno más próximo
es, a nuestro juicio, la que tiene como fundamento la reflexión
sobre la tecnología. La razón para esta afirmación radica en la
conexión tecnológica, pues si el filósofo navarro es un pensador
de la técnica, el Vasco es un País que ha apostado decididamente
por la técnica como motor de su futuro, de su desarrollo
económico, social, político y cultural. Dicho
garciabacquianamente, el Vasco ha decidido ser un País "a la
altura de la ciencia y técnica actuales". Debería aprovecharse,
por tanto, cualquier elemento que permitiera incrementar la
sinergia en ese sentido, y entendemos que el pensamiento de
García Bacca sobre la técnica, por sus características y
universalidad, puede convertirse en uno de esos elementos.
Para comprender mejor
la relación que proponemos, su importancia y pertinencia,
consideramos oportuno aproximarnos, siquiera brevemente, a la
realidad tecnológica del País Vasco.
a) Aproximación
"filantrópico humano jurídica"
La realidad
tecnológica vasca parte de un hecho que la condiciona
fuertemente: la ausencia de competencias en materia de Ciencia y
Tecnología. A pesar de ello, en la década de los ochenta la
Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) decidió realizar una
apuesta histórica por la técnica, que en la actualidad también
lo es por la ciencia, como motor de su progreso en todos los
terrenos. Como consecuencia, y por vez primera en su historia,
el País Vasco, poseedor de una larga e importante tradición
industrial, articuló una Política Tecnológica, la cual se
materializó en el Plan de Tecnología Industrial 1993-1996
(PTI). Le siguió el Plan de Ciencia y Tecnología 1997-2000
(PCT). Actualmente se encuentra en vigor el nuevo Plan
recientemente aprobado: el Plan de Ciencia, Tecnología e
Innovación 2001-2004 (PCTI). Tres Planes Tecnológicos
consecutivos que en un corto espacio de tiempo han conseguido
vertebrar y consolidar la denominada Red Tecnológica Vasca,
organismo integrador de todos los agentes tecnológicos de
Euskadi (Instituciones políticas, económicas y universitarias,
empresas, organismos de investigación, etc..., sean públicos o
privados, vascos, estatales o internacionales). Pues bien, dicha
Red es generadora de sinergias que modelarán de forma
irreversible la personalidad de nuestro pueblo, actualizándolo
científica y tecnológicamente.
En el propio PCTI se reconoce este
aspecto clave para nuestro futuro. Así, vg., los dos objetivos
fundamentales de la Investigación Básica no Orientada fijados
para este Plan son "Elevar el nivel de conocimiento como un bien
en sí mismo y, en este sentido, contribuir por parte de la
comunidad científica vasca al desarrollo de la Humanidad.
Fomentar la investigación como herramienta estratégica de valor
para la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos vascos y
de la competitividad empresarial en el medio y largo plazo".
Y en otro lugar del mismo Plan
Tecnológico: "La política de ciencia, tecnología e innovación
posee una importancia estratégica como herramienta de valor
indiscutible para el desarrollo económico y social de la
sociedad vasca. Esto supone la necesidad de formular desde un
principio un adecuado planteamiento y un enfoque eficaz a la
hora de desarrollar un Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación
como el que aquí se presenta. El reto consiste en saber adoptar
un verdadero enfoque de País que integre y aglutine de forma
sinérgica todas las actuaciones con contenidos
Científico-Tecnológicos y de Innovación de las distintas áreas
de la Administración y de los diferentes agentes implicados de
la Sociedad. Enfoque que avance además en la integración de las
dimensiones económica, sociales, culturales y ambientales que
implica una Política de Ciencia y Tecnología de carácter
integral".
También se afirma que "Emerge así
una nueva forma de entender y ver el mundo (la aldea global)
soportado en un nuevo entorno (la sociedad del conocimiento)
que facilita transacciones instantáneas de información y de
conocimiento y que conforman la base de una nueva sociedad.
La incidencia de este nuevo modelo emergente está siendo y será,
como mínimo, equivalente a otras revoluciones que han surgido a
lo largo de la Historia (Neolítico, Revolución Industrial) y que
cambiaron también el orden mundial establecido en todos sus
ámbitos. En este nuevo entorno las implicaciones transcienden al
conjunto de la sociedad. Es, por tanto, responsabilidad de todos
y, en especial, de las instituciones públicas que todos los
ciudadanos de la comunidad tengan acceso y participen de este
nuevo modelo de sociedad. Es, además de una exigencia de
competitividad, una exigencia de solidaridad. Los más
afortunados y privilegiados tendrán de una u otra forma su
oportunidad. Determinados grupos y estamentos sociales no la
tendrán si no es con un apoyo institucional preferente. En todo
caso, es necesario ser conscientes de este proceso imparable".
Y continúa: "En este proceso, la
innovación debe ser entendida, (...), como un proceso colectivo
que implica el compromiso progresivo y unánime de la sociedad y
que exige de ella disposición para admitir, tolerar y aprovechar
los cambios y ajustes permanentes que supone la implantación de
nuevas ideas. Cambios que deben ser, además, perfectamente
asimilados para evitar cualquier proceso de fractura social y
marginación".
En definitiva, y como objetivo
general, en el PCTI se señala que "La Visión del País Vasco en
el Ámbito de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación se
sintetiza en los siguientes términos: Un País, innovador,
científicamente y tecnológicamente avanzado dotado de las
capacidades necesarias para inventar su propio futuro sobre las
bases de la sostenibilidad en una Sociedad solidaria con un
renovado espíritu emprendedor y basada en el conocimiento como
motor del desarrollo personal y profesional de todos los
ciudadanos"; "El objetivo es convertir al País Vasco en un
núcleo de ciencia y tecnología de referencia en el ámbito
europeo".
Se trataría, pues, de nuevo y
garciabacquianamente dicho, de lograr un País Vasco "a la altura
de ciencia y técnica actuales", lo que nos remite directamente a
las reflexiones del filósofo navarro sobre la "Empresa" humana
de crear "Sociedad".
b) Aproximación
"filantrópico humano económica".
Presentamos a
continuación algunas cifras económicas que permiten concretar el
anterior discurso cuantificando tanto la importancia de la
apuesta mencionada como el esfuerzo invertido en su realización.
Comprenderemos así mejor el interés que posee la reanudación de
la relación intelectual entre el entorno vasco y García Bacca,
al menos en lo que respecta a su Filosofía de la Técnica que,
por sus características, es tanto como decir a todo su
pensamiento.
Actualmente la CAPV
dispone de tres Parques Tecnológicos, uno por provincia, con
actividades complementarias que evitan solapamientos inútiles.
El primero de ellos en crearse, pionero en España y modelo
también para otros europeos, fue el de Zamudio, en Bizkaia, en
1985.
A diciembre de 2000,
en los Parques Tecnológicos vascos había un total de 185
empresas de la más alta cualificación en I+D a nivel mundial,
ubicadas en una superficie total de 1.414.000 m2.
Contaban con 7.696 empleos y habían facturado 1.259 millones de
euros.
Con relación al
impacto inmediato del PCTI, puede resumirse como sigue: recursos
movilizados por valor de 2.200 millones de euros; participación
de 2.000 PYMES en las distintas actuaciones; formación de 200
investigadores en áreas de investigación estratégica para el
País Vasco; creación de 125 empleos directos en I+D en Centros
de Investigación Estratégica; generación de 200 nuevos productos
comercializables; creación de 160 nuevas empresas de base
tecnológica; generación de 1.600 nuevos empleos directos.
En cuanto a sus objetivos
cuantitativos: conseguir realizar en el año 2004 un esfuerzo en
I+D equivalente al 1,70% del PIB de la CAPV, lo que supone un
incremento del 43% respecto del año 2000 y una tasa interanual
de crecimiento cercana al 9,4%; lograr un esfuerzo en I+D
empresarial del 1,28% sobre PIB, (0,9% en 1998); conseguir para
el cuatrienio 2001-2004 un incremento constante del esfuerzo de
innovación global a una tasa interanual estimada del 7,5% y
pasar del 5,05% del PIB estimado para 1998 a un 6,01% en el año
2004; conseguir un esfuerzo innovador en las empresas
industriales del 3% de su volumen de negocio para el 2004 (2,22
en 1998); equiparar el número de investigadores del Sistema
Tecnológico Vasco a la media europea logrando un ratio de
investigadores sobre población activa del 5 por mil y de
investigadores en empresas del 3 por mil; acercar el stock
tecnológico (I+D por habitante) y el stock de recursos humanos
en ciencia y tecnología de la CAPV a los niveles medios
europeos; mejorar el saldo de la Balanza Tecnológica de la CAPV,
en función, principalmente, del esfuerzo innovador de las
empresas vascas.
Si ahora consideramos estos datos
en relación con la pequeña extensión territorial de la CAPV
(7.234.800 Km2) y su número de habitantes
(2.064.800),
se podrá comprender la importancia y magnitud del esfuerzo
realizado en materia de ciencia y tecnología, que la sitúa como
pionera en el conjunto del Estado. Por lo mismo, se puede
imaginar, siquiera de forma global, la trascendencia que la
ciencia y la técnica tienen y tendrán en la configuración actual
y futura de la economía, sociedad y cultura vascas.
Ante este estado de
cosas, a quienes conocen el pensamiento de Juan David García
Bacca habrá de resultarles forzosamente evidente que la
reflexión de este filósofo vasco-navarro, considerado
actualmente entre los principales intelectuales y pensadores de
la técnica del siglo XX, tiene mucho que ofrecer al mundo vasco
del siglo XXI, que ha decidido hacer de la ciencia y de la
técnica elementos básicos de su desarrollo y progreso actuales y
futuros en todos los terrenos.
En este sentido, la obra y el
pensamiento de García Bacca pueden ayudarnos a comprender mejor
la profundidad de la técnica como fenómeno humano característico
y sus implicaciones no sólo económicas sino también
antropológicas, históricas, sociales, metafísicas, cósmicas, y
hasta teológicas, y ello porque, como hemos demostrado en otro
lugar, uno de los méritos de García Bacca como pensador de la
técnica es, entre otros muchos, el de haber elaborado una
Filosofía de la Técnica que integra de manera peculiar y
original las dos tendencias básicas de la Filosofía de la
Técnica: la ingenieril y la de las humanidades.
La reflexión de García
Bacca sobre la técnica puede orientarnos sobre el modo de evitar
reduccionismos del fenómeno tecnológico, especialmente de corte
economicista al que tan propensos somos y, en consecuencia, a
valorar la multidimensionalidad de dicho fenómeno poniendo de
manifiesto otras de tipo óntico-metafísico y antropológico
implicadas por el carácter creador y humanizador del mundo y del
propio hombre que posee la técnica. Su Filosofía de la Técnica,
en definitiva, puede ayudarnos en la tarea de orientar
antropológicamente el desarrollo tecnológico evitando la
reducción del ser humano al papel de simple medio instrumental.
Y todo ello, además, con la ventaja añadida de hacerlo desde un
ámbito cultural e histórico común y próximo, ocasión poco
frecuente considerando la procedencia de las principales
corrientes y autores en la materia.
La recuperación del
pensamiento de este intelectual para nuestra cultura debería
servir, al menos de modo inmediato, para explotar el filón que
representa su Filosofía de la Técnica como "input" acorde con la
apuesta actual de Euskadi por la tecnología y la Sociedad de la
Información y del Conocimiento, pues no en vano el PCTI lleva
por subtítulo: "El conocimiento, herramienta de progreso en una
sociedad avanzada". Este es, a nuestro juicio, el vínculo más
evidente sobre el que fundamentar una nueva, actual y más
prometedora relación entre García Bacca y el entorno vasco
capaz, además, de rehacer en lo posible la truncada por el
exilio. Conseguirlo sería, si duda, uno de los mejores homenajes
que podríamos ofrecer al filósofo navarro en el centenario de su
nacimiento.
4. Conclusiones
Las relaciones
mostradas anteriormente de García Bacca con el entorno vasco
permiten abrir una nueva vía para la recuperación de su figura y
pensamiento, y hacerlo de manera que resulten elementos
fecundadores de nuestro contexto socio-cultural e intelectual
más próximo. No se trata, en ningún caso, de una vía estrecha y
provinciana, sino de una estrategia de recuperación del autor
desde la acción local que posibilite actualizar y dinamizar
dicho contexto con la potencia de su pensamiento. Con tal
actuación local se pretende, igualmente y a la vez, contribuir a
la recuperación de este pensador para un marco cultural e
intelectual amplio en el que no quepan identificaciones
dogmáticas y excluyentes de ningún tipo y sí las diferencias
enriquecedoras.
En virtud de todo lo
expuesto, la consideración de García Bacca como filósofo vasco
estaría de acuerdo con la propuesta del Dr. Javier Muguerza en
su lección inaugural de recuperar a los intelectuales del exilio
desde un "cosmopolitismo con raíces", siendo lo expuesto aquí un
modo de hacerla realidad.
Con nuestra
intervención hemos querido contribuir al enriquecimiento del
patrimonio cultural y científico propio y, por lo tanto, común,
presentando una de las raíces que sostuvieron y nutrieron la
dilatada y ajetreada vida personal e intelectual de Juan David
García Bacca. Hemos querido presentar este aspecto del filósofo
navarro, sobre el que no tenemos constancia de la existencia de
otros estudios o investigaciones, con la esperanza de aportar
datos y perspectivas que contribuyan a comprender mejor la
complejidad y riqueza que destilan su personalidad y
pensamiento, enemigos por igual del universalismo abstracto y
del particularismo miope, siempre dogmáticos y estériles en su
comprensión y trato con lo real.
Notas
BEORLEGUI, C., "El pensamiento filosófico en el País
Vasco: ayer y hoy. Una primera aproximación", en
HEREDIA, A. (ed.), Mundo Hispánico-Nuevo Mundo:
visión filosófica, Universidad de Salamanca,
Salamanca, 1995, p. 428.
GARCÍA BACCA, J. D.,
Curso Sistemático de Filosofía Actual (Filosofía,
Ciencia, Historia, Dialéctica y sus aplicaciones),
Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1969, pp.
17-18.
GARCÍA BACCA, J. D., Confesiones, Autobiografía
íntima y exterior, Anthropos, Barcelona, 2000, p.
99. Aunque el dato biográfico referente al lugar
natalicio corresponda, en rigor, al ámbito del
“significado”, lo incluimos aquí por el hecho de que,
dada la situación administrativa de Navarra y la
controversia sobre el vasquismo o no de lo navarro, la
afirmación de García Bacca declarándose vasco por nacido
en Pamplona hay que situarla en el ámbito de los
sentimientos y vivencias personales de su autor y, por
ello, en el del “sentido”.
BEORLEGUI, C., El pensamiento de Juan David García
Bacca en el contexto del exilio republicano, edición
particular, Bilbao, 1992, cap. 1.
GARCÍA BACCA, J. D., Confesiones, cit., p. 47.
GARCÍA BACCA, J. D., Sobre Virtudes y Vicios. Tres
ejercicios literario-filosóficos, Anthropos,
Barcelona, 1993, p. 16.
GARCÍA BACCA, J. D., Confesiones, cit., p.
92.
Cf.
MOGROBEJO, E., Diccionario etimológico de apellidos
vascos, Editorial Mogrobejo-Zabala, Bilbao, 19963,
p. 90.
GARCÍA BACCA, J. D., Confesiones, cit., p. 53.
GARCÍA BACCA, J. D., op. cit., p. 54.
GARCÍA BACCA, J. D., op. cit., p. 99.
GARCÍA BACCA, J. D., op. cit., p. 61.
Cf. PERDOMO de GONZÁLEZ, M., Bibliografía de Juan
David García Bacca, Universidad Central de
Venezuela, Caracas, 1981, p. 7.
GARCÍA BACCA, J. D., Confesiones, cit., p. 54-55.
Cf. ARRIEN, G.; GOIOGANA, I., El exilio vasco de la
guerra del 36. Cataluña-Francia. 1936-1940, inédito,
p. 125. Agradecemos a Iñaki Goiogana su amabilidad al
permitirnos acceder y publicar estas informaciones
contenidas en dicha obra.
ARRIEN, G.; GOIOGANA, I., op. cit., pp. 135-137.
GARCÍA BACCA, J. D., Confesiones, cit., p. 60.
BEORLEGUI, C. "El pensamiento de Juan David García Bacca,
un filósofo navarro desconocido", Príncipe de Viana
(Pamplona), VI.6 (1986), p. 218.
Sobre dicha situación histórica, Cf. BEORLEGUI, C., "El
pensamiento filosófico en el País Vasco: ayer y hoy. Una
primera aproximación", cit.
Cf. GARCÍA BACCA, J. D., Confesiones, cit., pp.
87-88.
GARCÍA BACCA, J. D., op. cit., p. 61.
Cf. GARCÍA BACCA, J. D., op. cit., pp. 62-63
Estos informes (carpeta CR-21-7) pertenecen al archivo
de la Comisión de Recuperación de Material en Francia,
entidad constituida para posibilitar la gestión por
parte del gobierno franquista de la incautación de las
propiedades de las organizaciones e instituciones
republicanas en Francia, Bélgica y Holanda. Tras la
ocupación alemana de París en junio de 1940, la
mencionada Comisión de Recuperación se ubicó en los
locales del Partido Nacionalista Vasco (Avda. Marceau,
nº 11), parte de los cuales le habían sido cedidos al
Gobierno Vasco. Con la liberación de París, en 1944, el
PNV recuperó sus locales y, con ellos, su documentación
no destruida o enviada a España por los franquistas, así
como la documentación generada por la Comisión de
Recuperación durante su labor allí. Conservados por el
PNV, estos documentos se encuentran definitivamente en
el Archivo del Nacionalismo, en Artea. Debemos agradecer
al Archivo del Nacionalismo, y muy especialmente a su
coordinador, Eduardo Jauregi, las facilidades para la
consulta de dicha documentación.
Agradecemos, igualmente, al Archivo del Nacionalismo y a
la Fundación Sabino Arana su amabilidad al concedernos
los permisos para reproducir y hacer públicos los
referidos informes.
Agradezco a mi esposa, Arantza, la traducción del
documento.
ARRIETA ALBERDI, L.; BARANDIARAN CONTRERAS, M.,
¡Nunca más! Imágenes de guerra 1936-1939, Fundación
Sabino Arana, Bilbao, 1999, s/p. Según información de
las autoras, la cita procede de la obra de BASALDUA P.,
En defensa de la verdad, p. 109.
GARCÍA BACCA, J. D., Sobre Filantropía. Tres
ejercicios literario-filosóficos, Anthropos,
Barcelona, 2001, pp. 107-108.
ORTEGA Y GASSET, J., "Ideas y creencias", cap.1, sec.I.
GARCÍA BACCA, J. D., Confesiones, cit., p. 92.
GARCÍA BACCA, J. D., op. cit., p. 97.
GARCÍA BACCA, J. D., "Soy, mas: estoy", en
Existencialismo, Universidad Veracruzana, Xalapa
(México), 1962, pp. 53-54.
Cf. GARCÍA BACCA, J.D., "La Filosofía, ciencia de los
panoramas intelectuales", Ilustración del Clero
(Madrid) XXXIV.572 (1930).
Cf. vg.: BARANDIARÁN, J. M., Diccionario Ilustrado de
Mitología Vasca, La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao,
1972; ORTIZ-OSÉS, A.; MAYR, F. K., El matriarcalismo
vasco, Universidad de Deusto, Bilbao, 1981.
GOBIERNO VASCO, Plan de ciencia, tecnología e
innovación 2001-2004. Presentación, Servicio Central
de Publicaciones del Gobierno Vasco, Vitoria-Gazteiz,
2001, p. 18.
GOBIERNO VASCO, Plan de ciencia, tecnología e
innovación 2001-2004, p. 2.
GOBIERNO VASCO, op. cit., pp. 3-4.
GOBIERNO VASCO, op. cit., p. 5.
GOBIERNO VASCO, op. cit., p. 67
Sobre
este particular, Cf. vg. Sobre Filantropía, cit.,
obra póstuma en cuyo cap. III: "Filantropía humana.
Sujeto "Sociedad"", el autor resulta especialmente claro
en la exposición de sus planteamientos al respecto. A la
luz de dicho capítulo se comprenderá la alusión a los
aspectos “filantópico humano jurídico” y “filantrópico
humano económico” de la información relativa al entorno
tecnológico vasco y, en consecuencia, la estructura y
tono garciabacquianos que hemos querido para el apartado
3.5.
Todos los datos precedentes han sido tomados del
documento de Presentación del PCTI.
Fuente: Anuario Estadístico Vasco 2001, EUSTAT
(Instituto Vasco de Estadística), Administración de la
C. A. de Euskadi, San Sebastián-Vitoria, 2001, pp. 5 y
32, respectivamente.
Cf. ARETXAGA, R., La filosofía de la técnica de Juan
David García Bacca (Tesis doctoral), Universidad de
Deusto, Bilbao, 1999. Edición electrónica disponible en
Internet: Universidad Centroamericana "José Simeón
Cañas", de El Salvador (UCA), 2001, http://www.uca.edu.sv/facultad/chn/c1170/raind.html
Roberto Aretxaga
Universidad de Deusto
[Fuente: Carlos Beorlegui, Cristina de la
Cruz y Roberto Aretxaga, Editores. El pensamiento de Juan
David García Bacca, una filosofía para nuestro tiempo (Actas
del Congreso Internacional de Filosofía: Centenario del
nacimiento de Juan David García Bacca). Bilbao: Universidad de
Deusto, 2002.]
© José Luis Gómez-Martínez
Nota: Esta versión electrónica se provee únicamente con fines educativos. Cualquier
reproducción destinada a otros fines, deberá obtener los permisos que en cada caso
correspondan.